“El carro de heno” de Jerónimo Bosco regresa a Holanda después de 450 años en un viaje desde el Museo del Prado de Madrid hasta el Boijmans Van Beuningen de Rotterdam, para formar parte de la exposición “El descubrimiento de la vida diaria. De El Bosco a Bruegel” a partir del 10 de octubre.

El “Hooiwagen”, nombre original en neerlandés de la pieza, “nunca antes había salido del Prado” explicó a Efe el conservador del Museo del Prado José de la Fuente.

“Por una política de la dirección del museo, que ha sido generoso, se ha decidido que viniera a Holanda para esta exposición pero no es habitual porque es muy delicado, y tardará otros tantos años en volver a salir”, indicó el experto.

De hecho, uno de los comisarios del Boijmans, Friso Lammertse, reconoce la “dificultad de este préstamo”, pero entiende la delicadeza de una pintura sobre madera por lo que “es totalmente comprensible que la política del Prado sea exigente con esta pieza”.

“Llevo trabajando veinte años en este museo y es de lejos el préstamo más importante que he realizado y vivido”, manifestó a Efe Lammertse.

Según De la Fuente, “lo importante” es que la pintura, realizada sobre tabla, salga del Prado y vuelva “con la misma temperatura y humedad, sin que tenga ninguna pérdida ni variación”.

Por ello, expertos del Prado volverán a estar presentes cuando se desmonte el tríptico a finales de enero para ser trasladado al museo de Noordbrabants de Den Bosch, al sur de Holanda, con motivo de exposición “Jerónimo Bosco. Visiones de un genio”, la mayor retrospectiva del artista en su país natal que se lleva a cabo en el quinto centenario de su muerte.

“El carro de Heno” volverá a Madrid para la exposición que el Museo del Prado prepara sobre el artista holandés a partir de junio.