El vello de su barbilla empieza a blanquear y sus gestos son lentos. La orangutana Nénette, estrella del histórico zoo del Jardín de Plantas de París, celebra su medio siglo este año, una edad muy respetable para su especie. Este viernes, Nénette tiene taller de pintura. Agarra la paleta preparada por un cuidador y con la boca selecciona los colores. Luego, con un dedo, dibuja trazos sobre el cristal que la separa del público y frota su obra con paja. La orangutana también puede pintar sobre papel.

Nénette es ahora una abuela, con una longevidad destacable para un ejemplar nacido en la jungla. La esperanza de vida de los orangutanes es de 30 a 45 años en la naturaleza y hasta 60 en cautividad. Si bien con sus 110 centímetros de altura no es muy grande, pese entre 65 y 70 kilos y su fuerza muscular es considerable. Pero la orangutana “cambió en la última década y ahora es más tranquila”. “Alcanzó la edad de la sabiduría”, según su cuidadora. Tuvo tres parejas. Sus cuatro hijos murieron, pero es abuela. Hasta 2015, fue la líder del grupo de orangutanes en La Ménagerie, dominados a hora por otra hembra y un macho. Dispone de un espacio independiente del resto. En 2007, fue operada de un grave absceso en el abdomen. Sufre hipotiroidismo y toma el mismo sustitutivo hormonal que los humanos. Nénette tiene además artrosis en su cadera. “La tratamos como a una anciana”.

AFP