La temperatura de la arena de varias playas panameñas, donde acuden las tortugas a poner sus huevos, están alcanzando límites máximos para que puedan tener sus criaturas, advirtió este sábado el miembro de una Fundación dedicada a la protección ambiental.

‘Con que suba un par de grados la temperatura media global habrá muchas especies de tortuga que desaparecerán porque los nidos directamente se van a freír’, expresó Gerardo Álvarez, de la Fundación Tortugas.

Según Álvarez, la Fundación ha efectuado estudios en las playas de Punta Chame y Cambutal, en el Pacífico panameño, donde se tomó la temperatura de la arena, donde cada año acuden miles de tortugas a dejar sus huevos. De acuerdo con los análisis, ha habido veces donde ‘los picos de temperatura han llegado a 36 grados centígrados’, dijo Álvarez.

Sin embargo, la temperatura para la gestación de los huevos debe ser entre los 26 y 35 grados porque a partir de ahí ‘se para la gestación, las proteínas de los huevos se desnaturalizan y se fríen’, advirtió.

 Además, la temperatura de la arena condiciona el sexo de las tortugas, ya que si es de entre 27 y 31 grados centígrados hay una mayor probabilidad que nazcan machos, mientras que si supera los 32 grados nacerán más hembras, señaló. ‘Con estas circunstancias la población de tortugas está cada vez más feminizada y no habrá machos suficientes para copular con ellas y tener crías, dijo Álvarez, durante una liberación de neonatos en la playa de Punta Chame.