La novela “París era una fiesta”, una recopilación de memorias alegres y tiernas de una estancia en la capital francesa del escritor estadounidense Ernest Hemingway en los años 1920, se ha vuelto a poner de moda luego de los atentados de París.

El libro del autor de Por quien doblan las campanas se ha agotado en algunas librerías. Se pueden ver ejemplares entre las flores y las velas depositadas frente a los cristales acribillados de balas de uno de los bares atacados por los yihadistas o en la sala de conciertos Bataclan.

Durante el minuto de silencio que paralizó Francia el pasado lunes, numerosos ciudadanos anónimos llevaban el libro en la mano.

El testimonio de Danielle, una jubilada entrevistada a principios de semana por una cadena de televisión, relanzó el interés por el libro. ‘Es muy importante que veamos, aquí, varias veces, el libro de Hemingway “París era un fiesta” porque somos una civilización muy antigua y llevaremos nuestros valores hasta lo más alto; y fraternizaremos con los cinco millones de musulmanes que ejercen su religión libre y amablemente y lucharemos contra los 10 mil bárbaros que matan, supuestamente, en nombre de Alá’, manifestó en una entrevista que dio la vuelta al mundo a través de las redes sociales.

Las librerías venden habitualmente 10 ejemplares diarios del libro de Hemingway. ‘En este momento son 500′, declaró un portavoz de la editorial Folio, que publica la obra. La editorial prevé ahora una reimpresión de 15 mil ejemplares, casi el doble de los 8 mil que se venden anualmente. Este auge es similar al que suscitó el Tratado de la tolerancia de Voltaire en enero pasado tras el atentado contra la revista satírica Charlie Hebdo. Se tuvo que imprimir una nueva edición después de haber vendido 120 mil ejemplares.