Gran parte del dióxido de carbono que los humanos enviamos a la atmósfera como consecuencia de la quema de combustibles fósiles, se disuelve en los mares y océanos. Y producto de esto los ecosistemas se están quedando sin oxígeno. Un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero está poniendo en riesgo la biodiversidad de los mares y océanos. Especies de las profundidades de los mares, como el atún y el pez espada, saldrán cada vez más a la superficie en busca de oxígeno para sobrevivir.

‘El océano se está calentando, se está acidificando, mueren los corales y aumenta el nivel del mar. Para las formas de vida basadas en el océano, como los mariscos, cada vez será más difícil sobrevivir’, dijo a ONU Medio Ambiente el enviado especial de la ONU para los Océanos, Peter Thomson.