Entre las nutrias marinas de California, una especie protegida cuyas cifras son monitoreadas de cerca, las infecciones de Toxoplasma contribuyen a la muerte del 8 por ciento de las nutrias que son halladas sin vida, y es la causa principal de muerte en el 3 por ciento.

Los científicos han estado trabajando para determinar de dónde proviene el Toxoplasma y cómo evitar que afecte a las nutrias marinas. Tienen mucho tiempo de sospechar de un posible culpable, y un estudio publicado en agosto identificó al infractor: los gatos domésticos. “Ésta es la prueba definitiva”, comentó Shapiro, la autora principal del estudio.

El parásito Toxoplasma, un organismo unicelular, puede infectar a una amplia variedad de animales de sangre caliente, pero necesita colonizar a los felinos, ya sea ferales o domésticos, para reproducirse sexualmente. Una vez infectado, un gato puede desechar millones de estos parásitos en sus heces, que pueden contaminar la tierra y el agua si el animal defeca al aire libre.