´Veneno´ y ´Asesino´ forman parte de una brigada peluda que trabaja en operativos contra la caza furtiva en África. Son perros que, solo con olisquear, pueden detectar un cuerno de rinoceronte escondido en el vehículo de un sospechoso o seguir el rastro de cazadores furtivos en los asediados parques naturales de Sudáfrica.

Los perros son una pequeña pieza en la lucha desesperada para frenar la caza furtiva en el continente, donde decenas de miles de elefantes fueron sacrificados en los últimos años para satisfacer el creciente apetito por el marfil en Asia, principalmente en China.

En Sudáfrica, los cazadores furtivos han matado a más de mil rinocerontes este año, sobrepasando el récord de 2013.