Esta “escritora por necesidad vital”, como se describe Herrera, quien de profesión es comunicadora social, y que hoy funge como docente, escritora y asesora editorial, mereció el año pasado el Premio Nacional de Poesía Infantil Hersilia Ramos de Argote (otorgado por la Universidad Tecnológica de Panamá) y el Premio Municipal de Poesía León A. Soto (de la Alcaldía de Panamá). 

Con sus poemarios Chifladuras ganó el primer certamen, y con Juegos mentales , el segundo.

Sobre Chifladuras comenta que se trata de una colección de  “limericks sobre temas relacionados con Panamá y su interculturalidad. Está dividido en dos partes: versos ‘ruralitas’ (el campo) y versos ‘urbanitas’ (la ciudad) que se refieren a provincias, pueblos y ciudades, a las tradiciones, la geografía, la geopolítica de Panamá, en forma jocosa, que apela a la inteligencia y a la creatividad de los y las lectores/as”.

Mientras que Juegos mentales lo describe como un poemario de versos breves, dividido en cinco partes. “Tiene que ver con los entresijos de la mente humana en la que algunos pensamientos pueden ser peligrosos. En Juegos mentales habitan varios personajes angustiados frente a un laberinto de espejos”.