Hoy las autoridades de Sao Paulo admitieron por primera vez que existen problemas de abastecimiento de agua en algunos puntos del estado más poblado de Brasil como consecuencia de la histórica sequía que afecta a la región.

El volumen de la represa de Cantareira, el principal reservorio de agua de la región metropolitana de Sao Paulo y que abastece a 6,5 millones de habitantes, alcanzó el mínimo histórico de 4,5 %, y las autoridades ya solicitaron acceso a una segunda reserva técnica conocida como “volumen muerto”.

A pesar de que la situación había sido denunciada semanas atrás por vecinos de diferentes barrios de la ciudad, la Compañía de Saneamiento Básico del Estado de Sao Paulo (Sabesp) reconoció hoy por primera vez “problemas” de abastecimiento en “algunos puntos altos y distantes”.

“Las elevadas temperaturas de los últimos días provocaron un aumento del consumo que, asociado a las medidas operativas para llevar agua de otros sistemas a barrios originalmente atendidos por la Cantareira, perjudicó el abastecimiento en algunos puntos altos y distantes”, subrayó la Sabep en un comunicado.

La empresa animó a los paulistanos a “reducir su consumo” con el propósito de poder enfrentar lo que calificó como “la sequía más grave de la historia” de Sao Paulo.