El gallo de cobre repujado que coronaba la aguja derruida en el incendio de la catedral de Notre Dame ha sido recuperado, según ha informado una fuente del Ministerio de Cultura francés al periódico Le Parisien. Las primeras informaciones apuntaban a que el fuego había consumido la icónica escultura, que según la Iglesia albergaba las reliquias de Santa Genoveva y San Denis, así como un fragmento de la Corona de Espinas de Cristo. Se desconoce el estado de las reliquias que contenía el gallo.

La aguja de Viollet-le-Duc, conocida como la flèche, añadida por el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc en 1859-1860, que se alzaba 93 metros sobre el suelo, estaba coronada por esta escultura. “¡Increíble! Un miembro de GMH [agrupación de empresas restauradoras de monumentos históricos] ha encontrado entre los escombros el gallo”, publicó en Twitter el pasado martes Jacques Chanut, junto con dos fotografías de la escultura. Uno de los restauradores encargados de buscar entre los escombros de la catedral ha sido quien lo ha encontrado, explica Le Parisien. “Está abollado, pero puede ser restaurado”, comentó una fuente del ministerio de Cultura al periódico parisino.

Pese a la rápida expansión de las llamas, muchas obras lograron ser salvadas intactas del incendio gracias a la acción de “una cadena humana”, en palabras de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. La flèche y el campanario situado en la parte posterior de la nave desaparecieron una hora después del comienzo del incendio.

El País