La Semana Santa es una gran oportunidad de pasar unos días fuera de casa disfrutando de las diferentes opciones que la naturaleza nos ofrece pero, una escapada ecológica, empieza por hacer un uso sostenible del transporte.

Para minimizar el impacto que nuestros desplazamientos tienen sobre el medio ambiente, las mejores opciones son ir a pie, en bicicleta o en transporte público. Cuando no sea posible prescindir del vehículo privado, Greenpeace recomienda compartirlo con otras personas y efectuar una conducción eficiente.

A la hora de elegir dónde dormir, se puede optar por un hotel ecoeficiente o bien por alguno de los distintos tipos de alojamiento rural ecológico, como casas rurales o granjas.

Para iniciarse en el disfrute de la naturaleza, una de las actividades más sencillas es el avistamiento de aves. Además, abril es una buena época para los amantes de la ornitología pues coincide con las migraciones de algunas especies.