El desplazamiento de la Tormenta Tropical Cristóbal sobre el golfo de México mantiene la Zona de Convergencia Intertropical (donde convergen los vientos de los hemisferios norte y sur) sobre Centroamérica y esto desplaza humedad hacia El Salvador, que provoca la lluvia.

Según las previsiones del Ministerio de Medio Ambiente la situación se mantendrá en el país, sobre todo en la zona costera y la cordillera volcánica, con vientos que alcanzarán entre 15 y 25 kilómetros por hora.

El ministerio establece que “este sistema puede ser degrado a Depresión Tropical por el Centro Nacional de Huracanes (NHC por sus siglas en inglés), si logra tocar tierra del este de México, pero manteniendo la condición de temporal sobre El Salvador”. De hecho el NHC no ve posibilidades de una formación de huracán por el fenómeno.

“Este sistema va a continuar los días jueves y viernes también, con probabilidad de que el día viernes se fortalezca un poco más, el día sábado continua y pudiera verse debilitado el sistema para llegar una relativa calma el domingo”, expresó el ministro de Medio Ambiente, Fernando López.

La situación de vulnerabilidad por la cantidad de lluvia caída y la saturación de los suelos hicieron que el Ministerio lanzara una advertencia para “tomar acción, se mantiene muy alta probabilidad de múltiples deslizamientos, caídas de roca y flujos de escombros, afectando vidas, infraestructura de vivienda y caminos, a lo largo de la cadena volcánica y litoral del territorio”.

El Observatorio del Medio Ambiente establecía ayer una “probabilidad muy alta” de que en los volcanes de San Salvador, San Miguel, Santa Ana, San Vicente y Berlín-Tecapa se pudieran generar deslizamientos que arrastraran escombros. La Alerta igualmente era válida para la Cordillera del Bálsamo, zona de Planes de Renderos – Santo Tomás – y Panchimalco. También se mantenía una posibilidad alta de desbordamiento de los ríos Paz, río Grande de San Miguel, río Lempa y río Goascorán.

La Dirección de Protección Civil mantiene la situación de alerta por la saturación del suelo.

 

Fuente: La Prensa Gráfica – El Salvador