El festival internacional de teatro “Santiago a mil”, que tradicionalmente se toma las calles de Chile durante el mes de enero, decidió mantener su cita anual y adaptó su programación tras la crisis social que estalló en el país hace dos meses.

Con una mirada más social, cambios de horario y de locaciones de los espectáculos, junto a diálogos ciudadanos al final de las funciones, el festival arrancará el 4 de enero, con 104 espectáculos de 26 países.

“Nosotros siempre hemos estado en la calle y no se nos pasó por la cabeza suspender el festival, pero sí tuvimos que cambiar muchas cosas” en vista de las protestas sociales que estallaron el 18 de octubre, dice a la AFP Carmen Romero, directora de la Fundación Teatro a Mil.

Con 27 años de vida, esta nueva versión le dio más cabida a los artistas nacionales, ajustó los horarios para que las funcionen no terminen en la noche y optó por llevar a parques los espectáculos más masivos, para no interrumpir el flujo de las calles, sobre todo en el centro de Santiago, considerado la zona cero de las manifestaciones sociales.

Para este año, el espectáculo principal será la presentación de la marioneta Pichintún, una “argentinosauria” bebé que recorrerá algunas calles de Santiago, para exigir ser protegida por quienes la han descubierto.

Manipulada por once personas, con un cuerpo de metal y fibra, que mueve sus ojos, cabeza y extremidades, la marioneta se realizó íntegramente en Chile. Con movimientos lentos, interactúa con las personas, que le pueden dar de comer verduras o lanzarle una pelota de plástico.

AFP