Hace 360 millones de años, un evento desconocido causó la rápida desaparición de gran parte de las plantas y las especies de agua dulce de la Tierra. Ahora, un equipo de investigadores de la universidad británica de Southampton ha descubierto que el “culpable” fue el colapso de la capa de ozono que protege nuestro planeta de la dañina radiación ultravioleta. El hallazgo, recién publicado en Science Advances, tiene profundas implicaciones para el mundo actual.

Durante la larga historia de la vida en la Tierra, se han producido varias grandes extinciones masivas. Hoy sabemos que una, la que acabó con los dinosaurios hace 66 millones de años, fue causada por el impacto de un meteorito. Otras, como la que tuvo lugar en el Pérmico hace 252 millones de años, se deben a enormes erupciones volcánicas masivas a escala continental.

Y ahora, este estudio demuestra que también un alto nivel de radiaciones ultravioleta puede colapsar los sistemas forestales y matar a muchas especies acuáticas, como los peces y los terápodos (nuestros lejanos antepasados), que vivieron en el período Devónico, hace 359 millones de años. En esta ocasión, pues, no hubo meteoritos ni erupciones, sino un gran agujero en la capa de ozono provocado por un súbito calentamiento global justo después de una intensa edad de hielo. ¿Les suena?

Resulta inevitable, de hecho, comparar aquella situación con la actual, y los investigadores sugieren en su estudio que en muy poco tiempo, la Tierra podría alcanzar temperaturas comparables, lo que posiblemente desencadenaría un evento similar.

 

Fuente:  ABC Ciencia