Las sondas gemelas Viking fueron las primeras en aterrizar en Marte en julio y septiembre de 1976. Los dos artefactos de la NASA proporcionaron imágenes en alta resolución del planeta y analizaron la atmósfera y el terreno. Además, realizaron experimentos científicos destinados a buscar signos de vida en el suelo de Marte. Y, en un principio, creyeron haberla encontrado. El experimento LR (Labeled Release) mostró que el suelo de Marte daba positivo para la existencia de metabolismo. En total, cuatro resultados positivos, respaldados por cinco controles. ¿Respiración microbiana en el planeta rojo? No podía ser más emocionante. Sin embargo, cuando una nueva prueba no pudo detectar materia orgánica, la agencia espacial concluyó que el LR había encontrado algo similar a la vida, pero no la vida. Decepción.

El ingeniero Gilbert V. Levin, ahora nonagenario, fue el investigador principal del experimento LR de las Viking. Aceptó el dictamen de la NASA, qué remedio, pero cuarenta y tres años después sigue «convencido» de que en el verano de 1976 encontró vida en Marte. Así lo ha vuelto a asegurar en un artículo de opinión publicado en la revista «Scientific American».

«Tuve la suerte de haber participado en esa aventura histórica», se presenta. «Inexplicablemente, durante los 43 años desde Viking, ninguno de los posteriores aterrizadores de Marte de la NASA ha llevado un instrumento de detección de vida para dar seguimiento a estos emocionantes resultados. En cambio, la agencia lanzó una serie de misiones a Marte para determinar si alguna vez hubo un hábitat adecuado para la vida y, de ser así, eventualmente traer muestras a la Tierra para su examen biológico».

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