Sometido a los requisitos sanitarios necesarios impuestos por la pandemia pero con público en las gradas, el tenis regresa a Madrid después de dos años para reemprender la competición en la Caja Mágica con la decimonovena edición del Mutua Madrid Open.
El coronavirus provocó un radical parón que invadió a innumerables eventos. Un vacío en el calendario del 2020 que obligó a aplazamientos primero y a cancelaciones después. El Masters 1000 de Madrid, uno de los acontecimientos deportivos más importantes cada año en España, el más relevante en tenis, no se jugó.
Vuelve desde el jueves 29 con la puesta en marcha del cuadro principal del torneo femenino después de que durante dos días antes se hayan completado las eliminatorias de clasificación.
Con las principales raquetas del mundo como reclamo, el movimiento volverá dentro y fuera de la Caja Mágica durante casi dos semanas. No será la agitación de años anteriores, con alboroto en las taquillas exteriores y aglomeraciones en la entrada al recinto. Colas en los accesos y permanente vaivén de gente en el interior.
Las exigencias sanitarias forman ya parte de nuestras vidas, parte de cada movimiento. Y como tal están presente en el evento. La toma de temperatura a la entrada está incluida en la rutina igual que el uso de mascarilla, obligatoria en todo momento. La distancia de seguridad es obligatoria, la desinfección de las zonas comunes será permanente. Todo bajo un estricto control de la organización.
La presencia de aficionados estimula a los jugadores que han transitado a lo largo de los últimos tiempos acompañados del silencio y la soledad de las canchas. Poco a poco los eventos dan un paso más hacia una normalidad relativa. Después del vacío en el Masters 1000 de Montecarlo, Barcelona fue un desahogo. Madrid también lo será. Con precaución y cuidados. No será, en ningún caso, el colorido que en muchas jornadas proporcionó el Abierto de Australia, con las pistas abarrotadas excepto algunos días de alerta por amenaza de brote que clausuró el Melburne Park para los seguidores.
No llegará a la mitad del aforo la presencia de público en las pistas de la Caja Mágica. Casi 5000 personas podrán acudir cada día al tenis de Madrid. No más.
La distancia entre las localidades será evidente y cada asiento dispondrá de una identificación individual. La organización ha puesto el empeño en evitar que la entrada se masifique.
Las limitaciones afectan al comercio alrededor de las pistas, en las zonas comunes. La apertura de tiendes ha sido reducida, también los puestos y las actividades de ocio. Pero habrá música ambiental, aire de fiesta y lugares para comer y de descanso bajo el control de las medidas impuestas por las autoridades.
A lo largo del torneo, que recientemente anunció una ampliación del compromiso con Madrid para el año 2022 y la participación de nuevos patrocinadores, el evento está sujeto a la normativa vigente en la Comunidad. El toque de queda desde las 23 horas hasta las seis de la mañana del día siguiente, ha condicionado el horario de las sesiones.
Cada jornada arrancará antes en la Caja Mágica para que la presencia del espectador pueda abarcar el orden de juego hasta el cierre. Por eso, entre otras cosas, la competición tendrá más días.
Mientras, los jugadores vivirán el evento en su propia burbuja similar a las de otras competiciones. Dispondrán de una zona particular, acotada al público y a los medios de comunicación.
Alojados en hoteles prácticamente cerrados para ellos y sus entrenadores tendrán que desplazarse en los vehículos habilitados por la organización. Además, cada dos días se someterán a pruebas PCR y prácticamente no tendrán contacto con el exterior al margen del exigido por el propio acontecimiento. Mientras, el Consorcio Regional de Transportes de Madrid anunció la puesta en marcha de un autobús lanzadera para el público con destino a la Caja Mágica para facilitar el acceso al seguidor.
Pero la presencia de los mejores jugadores del mundo son el gran aliciente del evento. Rafael Nadal, ya número dos del mundo, campeón en Barcelona, el número uno Novak Djokovic y otros como Dominik Thiem o Stefanos Tsitsipas, principales jugadores del circuito, engrandecen el cartel del evento que en el torneo femenino cuenta igualmente con tenistas como la australiana Ashley Barty, la española Garbiñe Muguruza, la rumana Simona Halep o la checa Petra Kvitova, vigente campeona. EFE.
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