Representantes de la Región de Salud de San Miguelito, informaron a la población, que ante casos del virus de boca, manos y pies, que esta enfermedad viral, es común en niños menores de cinco años. Aunque por lo general es leve, se recomienda a los padres, estar atentos a los síntomas y seguir medidas preventivas para evitar su propagación.
El Virus de boca, manos y pies, es una infección causada por el virus Coxsackie, se transmite fácilmente por contacto directo con secreciones (saliva, mucosidad nasal, heces o líquido de ampollas, enfatizó Lilibeth Ureña, coordinadora del Programa de Niñez y Adolescencia de la Región de Salud de San Miguelito.
Los principales síntomas son: fiebre, dolor de garganta, malestar general, pérdida de apetito, aparición de ampollas o llagas dolorosas en la boca; como también erupciones o manchas rojas en las palmas de las manos, plantas de los pies y a veces en glúteos.
Es importante que, los padres de familia, estén alerta con el cuidado e higiene como es lavado frecuente las manos del niño y de los cuidadores, especialmente después de cambiar pañales o ir al baño, limpiar y desinfectar superficies y objetos de uso común como juguetes, mesas y manijas, evitar enviar al niño al jardín o escuela hasta que desaparezcan los síntomas, para prevenir el contagio, destacó la Magister Yanina Rodríguez, Enfermera de esta región de salud.
De igual forma, es necesario la alimentación durante la enfermedad, por lo que debe ofrecer alimentos suaves y fríos, gelatina, yogur o puré ; para evitar el dolor al tragar, mantener una buena hidratación con agua, jugos naturales diluidos o suero oral, evitar alimentos ácidos, salados o muy calientes que puedan irritar las llagas en la boca, No forzar la alimentación; es normal que el apetito disminuya durante algunos días.
También se recomienda, consultar con un pediatra si el niño presenta: Fiebre alta persistente, dificultad para beber líquidos, decaimiento extremo, síntomas que se agravan o no mejoran en 5 días.
El virus no requiere antibióticos y suele resolverse por sí solo en una semana. Sin embargo, la atención oportuna y el manejo adecuado en casa, son claves para una pronta recuperación.