La biocerámica MIG3 incorporada a diversos telas al entrar en contacto con el calor del cuerpo humano produce un tipo de luz denominada ‘de rayos infrarrojos largos’, que promueve la dilatación de los vasos sanguíneos, de acuerdo a la empresa brasileña Invel.
El aumento de la circulación sanguínea y otros efectos colaterales fomentados por estas ‘telas terapéuticas’ ayudan a mitigar el dolor de espalda y de extremidades, a prevenir la disfunción eréctil, a mejorar la celulitis y aliviar el insomnio, según esta compañía.