La OMS dedicará este año el Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril, a esta enfermedad, con el lema “Depresión, hablemos de ello”. La tasa mundial de depresión ha aumentado 18 % en una década, según los datos más actualizados de la OMS, y aunque su relación con los rápidos cambios que experimentan las sociedades no está del todo clara, sí lo está su vínculo causal con el alcoholismo, el suicidio y el consumo de drogas.
Del 70 al 80 % de los 800.000 casos anuales de suicidios en los países de ingresos altos corresponden a personas que padecían trastornos mentales, de los cuales la depresión era el más común, mientras que en los países en desarrollo se trata de uno de cada dos casos.
El director del Departamento de Salud Mental de la OMS, Shekhar Saxena, lamentó que, de manera general, los sistemas sanitarios nacionales sigan prestando tan poca importancia y recursos a esta enfermedad. Si en los países ricos se destina el 3 % del presupuesto sanitario a la salud mental, en los países en desarrollo se invierte apenas el 1 %, precisó el especialista.
Saxena señaló que estadísticamente las mujeres sufren más de depresión (5,1 % de la población, frente a un 3,3 % en el caso de los hombres), por razones que no están completamente claras.
Entre las razones que se evocan más frecuentemente está la presión que las mujeres padecen por su doble responsabilidad en el hogar y como trabajadoras, y el impacto de los cambios en sus funciones reproductivas, aunque la diferencia igualmente podría deberse al hecho de que los hombres reportan menos ser víctimas de depresión.
La depresión infantil y en adolescentes constituye un campo de investigación en el que aún no se ha avanzado lo suficiente, reconocieron los expertos.
La ciencia tampoco es categórica, por el momento, respecto al impacto del acceso a la tecnología, el abuso de las pantallas y la utilización de las redes sociales, aunque la tendencia al aislamiento que pueden generar y al acoso virtual pueden ser factores importantes de depresión.
Otros aspectos a los que los especialistas aludieron al comentar la depresión infantil fueron las altas exigencias escolares que padecen algunos niños y las relaciones con sus amigos.
La depresión está caracterizada por tristeza constante, la incapacidad para trabajar o estudiar, la disminución del apetito y del sueño, y una sensación general de falta de esperanza, todo esto durante un período de más de dos semanas.