El cáncer de pulmón es, de todos los que existen, el más mortal. Cada año fallecen por él en España casi tantas personas como por los tumores de colon, mama y próstata en conjunto. Según el informe Las cifras del cáncer en España 2017 de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), 21.220 personas murieron en 2014 por cáncer de pulmón (17.173 hombres y 4.047 mujeres), siendo así el tumor que más mortalidad ocasiona en hombres y el tercero en mujeres, por detrás de los mama y colon.
Los objetivos que persiguen todos los investigadores en el cáncer de pulmón son fundamentalmente tres: disminuir su incidencia, que sería posible reduciendo el consumo de tabaco -el principal factor de riesgo-; hacer diagnósticos más tempranos; y desarrollar y aplicar nuevos métodos de tratamiento. Entre ellos, asegura Luis Paz-Ares, jefe de Servicio de Oncología del Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid), «la imnunoterapia parece que va a jugar un papel muy importante en el tratamiento del cáncer de pulmón».
El Ministerio de Sanidad ha aprobado la inclusión en la prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud (SNS) del Pembrolizumab (Keytruda), un medicamento -terapia anti-D-1- que ha demostrado su eficacia en el tratamiento de primera línea en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico metastásico (CPNC), un subgrupo que representa aproximadamente el 30% de todos los casos.
Los resultados del estudio KEYNOTE-024, un ensayo en el que han participado más de 50 centros a nivel mundial, ha demostrado que Pembrolizumab, usado en primera línea de tratamiento en este subgrupo de pacientes, aumenta la supervivencia global en mayor medida que aquellos que usan como primera línea de tratamiento la quimioterapia.
El doctor Delvys Rodríguez, oncólogo médico del Complejo Hospitalario Universitario Insular-Materno Infantil de Canarias -centro que más pacientes ha reclutado a nivel mundial para este ensayo clínico- explica que para la elaboración de este estudio contaron con 305 pacientes que tenían este tipo de cáncer de pulmón, los cuales se dividieron en dos grupos: 154 pacientes fueron tratados en primer lugar con Pembrolizumab y 151 tratados primero con quimioterapia. Los resultados fueron claros: el 45% de los pacientes respondió con el medicamento y el 28% con la quimioterapia. Además, se comprobó también que los pacientes que respondieron al tratamiento con Pembrolizumab lo hacen tan rápido como con la quimioterapia, pero su efecto dura más en el tiempo.
«No sólo responden más pacientes, sino que además tiene un efecto más duradero en el tiempo (porque la inmunología tiene memoria), por tanto viven más y además, lo hacen con mayor calidad de vida. Se demostró que había una reducción de riesgo de muerte de un 40%» , afirma el doctor Rodríguez. Pero no sólo eso. El estudio, añade el oncólogo, también demuestra que los pacientes que responden al fármaco, luego responden mejor a la quimioterapia.
Además, los expertos han querido destacar que este medicamento tiene menos efectos secundarios que la quimioterapia.