Más de 40 años después del viaje lunar de Apolo 17 en 1972, la administración de Donald Trump instó a la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) a establecer una base en la Luna como parte del ambicioso programa espacial estadounidense.

«Esta vez no solo colocarán la bandera y dejarán su huella en la Luna, sino que igualmente establecerán una base para un eventual viaje a Marte, y quizá, algún día, a muchos mundos más allá», dijo Trump en una ceremonia en la Casa Blanca en referencia a la última caminata lunar de la misión Apolo 17 en 1972, reporta la agencia EFE.

En la ceremonia el presidente de Estados Unidos (EE.UU.) firmó  la Directiva de Política Espacial 1, la cual tiene como meta establecer una base en la Luna como el paso previo para el viaje a Marte.

El mandatario estadounidense aseguró que la directiva «reenfocará el programa espacial de EE.UU. en la exploración humana y el descubrimiento». 

Desde el último viaje a la Luna dos presidentes republicanos y un demócrata han propuesto revitalizar el programa espacial de EE.UU.

Así en el aniversario de los 20 años del aterrizaje en la Luna del Apolo 11, el 20 de julio de 1989, el entonces presidente George H. W. Bush, escogió esa fecha para lanzar la Iniciativa Space Exploration. El propósito también era enviar humanos a la Luna y de allí a Marte.

Más de una década después, el expresidente George W. Bush lanzó un documento llamado ‘Vision for Space Exploration’, el cual sería la base para futuras misiones tripuladas a la Luna. De este plan surgió el Proyecto Constelación, un proyecto que consistió en la generación de cohetes lanzadores como Ares I o la Capsula Orión.

Barack Obama también llamo a revitalizar el programa espacial y regresar a la Luna, aunque finalmente apostó más por el proyecto a Marte. Sin embargo, tanto Obama como sus predecesores chocaron con problemas de financiación.

Hace seis meses la administración de Trump anunciaba un recorte al presupuesto de la NASA de 561 millones de dólares para el 2018.

Además, informa EFE, desde 2011 la NASA no cuenta con vehículos espaciales propios y sus astronautas deben viajar en cápsulas rusas para desplazarse a la Estación Espacial Internacional, aunque se espera que a finales del próximo año empiecen a trasladarse en cohetes espaciales privados de empresas como SpaceX.

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