La diabetes es una enfermedad silenciosa que esconde un peligro vital para los órganos. Para la Federación Internacional de Diabetes en el año 2015, se registró en el mundo cerca de 415 millones de personas con diabetes. Este acelerado aumento está asociado con el envejecimiento de la población, el desarrollo económico, el sobrepeso, inactividad física y mala nutrición, asegura el secretario general del Ministerio de Salud (Minsa), Javier López.

En Panamá, según datos de la Caja del Seguro Social (CSS) para el año 2016, existían 280 mil personas con algún tipo de diabetes. Estas cifras se traducen en que 1 de cada 11 personas tiene diabetes en la población panameña y no lo sabe.

Mientras que datos de la Contraloría General de la República revelan que por año fallecen alrededor de 1,300 personas con diabetes. De estas, 702 son mujeres y el resto, 598, hombres. Por eso se considera la sexta causa de muerte en el país.

‘Al ser una enfermedad silenciosa, el que la padece no es consciente de su condición’, indicó López.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la diabetes como una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce.

Actualmente Panamá invierte entre $1,200 y $ 1,700 al año por paciente, en tanto los costos de los pacientes sometidos a los tratamientos de hemodiálisis son de aproximadamente $30 mil por año, según datos del Minsa.

El doctor Raul Rosenthal, cirujano bariátrico y director del Instituto Bariátrico y Metabólico de Cleveland Clinic Florida, indicó que aproximadamente la mitad de los diabéticos de tipo 2 son obesos y la mejor opción para manejar esta enfermedad es con un tratamiento multidisciplinario. Esto incluye la ayuda de endocrinólogos, enfermeras de diabetes, nutricionistas, así como especialistas de otras ramas.

‘El primer paso en el tratamiento consiste en las modificaciones del estilo de vida, dieta y ejercicio, con una gran pérdida de peso. Cuando la pérdida de peso no se logra mediante estos esfuerzos entonces se inicia la medicación. La primera línea de tratamiento son los medicamentos orales, la terapia con insulina generalmente se agrega más tarde, a menos que el paciente tenga muchos síntomas y los niveles de glucosa en la sangre sean débilmente controlados con medicación oral’, señaló el cirujano bariátrico.

Rosenthal comentó que la cirugía bariátrica —procedimientos quirúrgicos para tratar la obesidad— y la medicación son más efectivos en mejorar los niveles de azúcar en los pacientes diabéticos, que solo con medicamentos.

 

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