La canciller alemana, Angela Merkel, deseó que su cuarta legislatura sirva para lograr un ‘nuevo resurgimiento’ para Europa, pero evitó concretar qué reformas quiere poner en marcha en la UE y la eurozona.
En la primera declaración de gobierno ante el Bundestag (cámara baja) de su cuarto mandato, Merkel subrayó el carácter proeuropeo de su nuevo Ejecutivo —otra gran coalición de conservadores y socialdemócratas— en un discurso de una hora que entremezcló convicción y pragmatismo.
A su juicio, la UE es el futuro ante un mundo ‘incómodo e intrincado’, con ‘grandes conflictos’ a ‘nuestras puertas’, por lo que pidió avanzar en la integración y defender la cooperación internacional.
La canciller reconoció que la zona euro dista mucho de ser una unión económica, algo que va mucho más allá de un mero mercado común, y afirmó que es preciso favorecer la convergencia entre los socios que comparten la divisa europea.
Con respecto EE.UU., abogó por ‘esperar acontecimientos’ ante la amenaza de aranceles al acero y el aluminio.