Ya sabemos que la obesidad/sobrepeso es un factor de riesgo independiente de padecer enfermedad cardiovascular. Usualmente clasificamos la obesidad con el Índice de Masa Corporal (IMC), pero aunque tiene un valor importante, no toma en cuenta el tipo de obesidad, ni la contextura de las personas.  Por ejemplo, personas con gran cantidad de músculos pueden tener un índice falso, sin que esto signifique mayor peligro y los muy altos, pueden tener un índice bajo sin que signifique necesariamente que no están en riesgo.

De acuerdo a donde se acumula la grasa en el cuerpo, la obesidad se clasifica en central o androide (es la que acumula la grasa en la barriga) y la periférica o ginecoide (la grasa se acumula en la cadera, muslos y brazos). La obesidad central tiene el doble de peligro de sufrir de enfermedades cardiovasculares que los periféricos y el triple que los no obesos. Los que sufren de obesidad central, igualmente acumulan grasas alrededor de los órganos vitales por lo que su riesgo es también mayor para otras enfermedades como cáncer y diabetes. De hecho, hay una alta correlación entre la obesidad central y la resistencia a la insulina, precursor del síndrome metabólico y causante de gran cantidad de la morbimortalidad actual en Panamá y la del mundo. 

 

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