Se advirtió hace unos años y finalmente está ocurriendo. Las bacterias están volviéndose tan resistentes a los antibióticos que fabricarlos está dejando de ser negocio. Distintas farmacéuticas han cerrado sus laboratorios y cancelado sus proyectos. La última ha sido Novartis. La multinacional con sede en Suiza anunció el 11 del mes pasado que cerraría su laboratorio de investigación para el desarrollo de nuevos medicamentos antibacterianos . La medida ocasionará que 140 investigadores se queden sin trabajo, y las otras 150 personas restantes que trabajarán para Novartis solo se dediquen a las enfermedades tropicales.
«Hemos decidido concentrar nuestros recursos en sectores en los que estamos mejor posicionados para desarrollar productos innovadores», dijo la farmacéutica en un comunicado. Ya anteriormente, Vas Narasimhan, el nuevo consejero delegado de Novartis, había dicho que quería concentrar los esfuerzos del grupo en la terapia genética para los tratamientos anticancerígenos, en las neurociencias y en la oftalmología .
El Espectador