San Juan EFE
El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, reconoció ayer que el huracán María causó 2,975 muertos, a su paso en septiembre de 2017 y reconoció que cometió «errores» en el manejo de las cifras, que daban solo 64 fallecidos, tras la difusión de un estudio independiente encargado por su Ejecutivo.
En una conferencia de prensa, Rosselló dijo que asume la responsabilidad y «acepta todas las críticas» y que va «a corregir esos errores», tras revelarse un estudio de la Universidad George Washington. Tras trasladar su «solidaridad» a los familiares y amigos de las víctimas, dijo que ha decidido establecer la cifra oficial de muertos en 2,975, pese a que no se tiene la identidad de las víctimas y que se trata «de un estimado». A la vez, reconoció que los protocolos existentes en la isla para afrontar un huracán eran para un ciclón de categoría 1 y no de 4, como fue el caso de María.
El gobernador dijo también que se creará un censo de personas más vulnerables a catástrofes naturales y la construcción de un memorial, encargado a la Universidad de Puerto Rico (UPR).
El estudio, encargado hace casi un año y publicado ayer, ha elevado a 2,975 personas el número de muertos entre septiembre de 2017 y febrero de 2018 como consecuencia del huracán María.