Lavarse las manos con agua y con jabón reduce en un 50 por ciento las diarreas infantiles y en un 25 por ciento las infecciones respiratorias, como la gripe, la bronquiolitis, la tosferina, el síndrome respiratorio agudo severo o la neumonía, ha recordado la presidenta del Consejo de Estrategia y Supervisión de Fundación Aquae, Mariola Urrea, con motivo de la celebración, este lunes, del Día Internacional del Lavado de Manos. La neumonía mata a un niño cada 15 segundos en el mundo. Por su parte, las diarreas, que anualmente matan a más de 500.000 niños, acrecientan la posibilidad de que sufran desnutrición crónica, lo que suele retrasar su crecimiento. De hecho, a través de las manos , cuyo lavado podría salvar un millón de vidas al año, se pueden contagiar más de 200 enfermedades, entre las que también se encuentran las de transmisión feco-oral, como el cólera, las hepatitis, la disentería o la giardiasis, e infecciones virales, como las eruptivas, la conjuntivitis y las infecciones de boca y garganta.
Las manos son la parte de nuestro cuerpo que se encuentra más expuesta a agentes externos, ya que están presentes en prácticamente todas las actividades que realizamos en nuestra vida diaria. Un buen ejemplo es el uso del teléfono móvil, cuya pantalla puede contener hasta 600 bacterias, 30 veces más que la tapa de un inodoro, según un estudio de la Universidad de Barcelona. Otros lugares con una gran concentración de bacterias son el teclado de los ordenadores, los grifos, el dinero, tanto billetes como monedas, los cajeros automáticos, los botones del ascensor o los carritos de la compra que hay en los supermercados.
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