Roma (AFP) –

El barco humanitario Sea-Watch, que rompió el miércoles la prohibición de entrar en aguas italianas, permanecía este jueves bloqueado frente a la isla siciliana Lampedusa con 42 inmigrantes a bordo desde hace 15 días.

‘Vamos a esperar una noche más, no podemos esperar más, no podemos jugar con la desesperación de personas necesitadas’, anunció este jueves la ONG alemana Sea-Watch.

El pulso con el ministro del Interior de Italia, el ultraderechista Matteo Salvini, no cesa tras reiterar su firme oposición a autorizar el desembarco de los migrantes, a menos de que sean traslados inmediatamente a Holanda, bandera que ondea la embarcación, o a Alemania, país de la ONG Sea-Watch.

Salvini exige que la tripulación sea arrestada y el barco sea secuestrado, como ha hecho en otros casos de barcos humanitarios cargados de migrantes después de que ordenara el bloqueo de los puertos para frenar el flujo de inmigrantes ilegales a las costas de Italia.

Tanto la capitana como el personal de la ONG podrían ser procesados por facilitar la inmigración ilegal y la embarcación podría ser incautada con una multa de 50.000 euros, según el nuevo decreto del ministro del Interior.

La joven capitana de la nave, Carola Rackete, desobedeció la prohibición y retó al ministro. ‘Estoy lista para ir a la cárcel por ello’, afirmó el miércoles, al precisar que cumple las leyes marítimas.

‘Espero que en las próximas horas un juez considere que hay proscritos a bordo de ese barco, comenzando con el capitán’, respondió Salvini desde una emisora.

Un pedido lanzado por Facebook el miércoles ha recibido más 113.000 euros para el pago de los costos legales de la ONG.

Mientras los 42 migrantes siguen en la embarcación, 34 llegaron en una patera a Sicilia y otros 10 a Lampedusa.

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