El tratamiento de la enfermedad diverticular del colon o diverticulitis depende de qué tan avanzada esté o si presenta síntomas o no.

En el caso de la diverticulitis asintomática (no hay sintómas presentes) el paciente primero debe estar informado de su condición. Esto se puede efectuar a través de diversos exámenes médicos como: una radiografía, una ecografía, resonancia magnética, colonoscopia y otras.

Una vez informado, lo que se recomienda es un incremento de la fibra natural en la dieta, explica el doctor Alfredo Martiz.

Alimentos como las lentejas, frijoles negros, arvejas secas, frijol colorado, habas, garbanzos, son alimentos ricos en fibras. Los granos son otra fuente importante de fibra vegetal: cereales, arroz y pan integral. Frutas como manzanas, peras, ciruelas y otros son recomendados igualmente.

No obstante, cuando se trata de una diverticulitis que presenta síntomas las acciones son diferentes.

En el caso de la diverticulitis leve ‘se puede manejar en forma ambulatoria con dieta líquida baja en residuo, hay que comenzar antibióticos de amplio espectro y analgésicos’, indica el doctor Eric Peñafiel. A su vez, Peñafiel recomienda no emplear antiinflamatorios para este tipo de diverticulitis. Y añade que la mayoría de los pacientes mejoran entre ‘48 a 72 horas’.

Cuando la diverticulitis es complicada ‘hay que hospitalizar al paciente’, explica Peñafiel. Se busca que el intestino descanse, por lo que al paciente se le alimenta a través de una venoclisis. A su vez se administran antibióticos y también, como en la diverticulitis leve, no se emplea antiinflamatorios.

Cuando este tratamiento no funciona, los pacientes ‘necesitan cirugía’, explica Peñafiel.

 

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