Posterior a su fundación, la Ciudad de Panamá La Vieja, acorde a datos para 1,541, tenía unos 4,000 habitantes; entre españoles, indígenas y esclavos africanos. Pasados los años, en 1,607 en la urbe ya se observaban diversas calles, una plaza mayor y otras dos plazuelas.
No obstante, a pesar del desarrollo que se había logrado, las condiciones que se advertían del lugar no eran las mejores desde el principio. La escasez de agua potable era una de las primordiales dificultades, y en ese entonces sus habitantes construyeron pozos entre otras cosas. La ciudad, fue azotada por incendios devastadores, e igualmente un terremoto, en 1621 según narra la historia.