Más de 235.000 personas huyeron de la región de Idlib, al noroeste de Siria, en las últimas dos semanas, debido a la intensificación de los bombardeos del régimen y de su aliado ruso contra este último bastión rebelde, informó la ONU el viernes.

Los desplazamientos forzados, registrados entre el 12 y el 25 de diciembre, dejaron “casi vacía” la ciudad de Maaret al Numan, escenario de violentos combates, dijo la ONU en un comunicado.

Desde mediados de diciembre, las fuerzas del régimen sirio, apoyadas por la aviación rusa, intensificaron su asalto contra los yihadistas y rebeldes y los combates por tierra en la región de Idlib, pese a un alto el fuego anunciado en agosto.

La mayoría de los desplazados huyeron hacia el norte, a las ciudades de Ariha, Saraqeb e Idlib, o a campos de desplazados superpoblados a lo largo de la frontera con Turquía, y algunos se dirigen a zonas controladas por rebeldes proturcos al norte de Alepo, precisó la ONU.

Algunas de las personas que salieron de Maaret al Numan hacia Saraqeb “huyen de nuevo más al norte, anticipando una intensificación de los combates” en esta zona, según la misma fuente.

Los corresponsales de la AFP en la región de Idlib señalaron interminables filas de vehículos, cargados de efectos personales.

El régimen, que controla ahora más del 70% del territorio sirio, mostró reiteradamente su intención de reconquistar Idlib.

Damasco y Moscú lanzaron en esta región una gran ofensiva entre abril y agosto, que provocó la muerte de 1.000 civiles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), y la huida de 400.000 personas, según la ONU.

La guerra en Siria ha dejado más de 370.000 muertos y millones de desplazados y refugiados desde 2011.

AFP