Covid-19 no solo está generando graves consecuencias sobre los clubes de fútbol, que en algunos casos sienten amenazada su supervivencia, sino también afecta de forma considerable a los actores principales, unos futbolistas a los que el coronavirus les ha despojado de ese halo de deidad que les mantiene tan alejados de los mortales de a pie. « ¿Cuándo es más fácil convencer a Messi, Cristiano, Mbappé o Neymar para que promocionen un producto? ¿Cuando está en el mejor momento de su carrera o cuando lleva cinco años retirado?», se pregunta un director de marketing de un club de Primera división para ilustrarnos sobre el apagón mediático que están sufriendo muchas estrellas futbolísticas y el impacto que ello tiene sobre sus bolsillos.

Seguramente es la profesión más privilegiada y deseada, pero el futbolista profesional está siendo golpeado económicamente con la misma virulencia que cualquier otro trabajador. Tiene que soportar ERTES, ve menguado sus ingresos por primas y variables, sus derechos de imagen se devalúan y pierde fuerza a la hora de negociar traspasos y renovaciones. «La marca de un jugador puede soportar un mes o mes y medio en esta situación. No pierde valor. Pero si pasa más tiempo se resiente», añade a este diario el ejecutivo.

Seguramente, la devaluación mediática y, por tanto, publicitaria de un futbolista es el valor más intangible de todos. Marc Menchén, director del portal económico-deportivo Palco23, asegura que «una marca no busca a un jugador porque milite en un equipo determinado sino por lo que el atleta transmite fuera de su equipo. En este sentido se siguen generando contenidos. Ronaldo o Ter Stegen, que hacen campañas en sus redes sociales, son el ejemplo». Eso sí, reconoce que la retribución económica se resiente porque « las marcas de gran consumo necesitan recortar y lo hacen de esos contratos que renegocian o eliminan». Virginia Rodríguez, especialista en mercadotecnia deportiva, justifica el exceso de contenido digital del futbolista: «No es hedonista que un jugador publique vídeos entrenando en su casa. Es una estrategia. El futbolista tiene que generar contenidos que ya no puede generar de forma natural».

Hoy se cumple un mes desde que Pedro Sánchez decretara es estado de alarma y un confinamiento en el que los acontecimientos deportivos han dejado de existir. Un mes sin ver jugar a Messi, Ramos, Benzema, Joao Felix, Cristiano Ronaldo, Neymar, Mbappé…Transfermarkt, una de las páginas electrónicas de referencia en valoraciones del mercado futbolístico, asegura que los valores sufrieron un recorte general de entre el 10 y el 20 por ciento.

Pero no solo se puede cuantificar las pérdidas por la devaluación de sus derechos de imagen. Hay variables mucho más específicas y tangibles. El salario es uno de ellos. La mayoría de clubes han aplicado un ERTE y las plantillas se han rebajado un 70 por ciento el sueldo mientras dure esta situación excepcional. A esta cantidad habría que sumarle primas por títulos y objetivos.

El ejemplo de Messi

Ningún futbolista tiene un contrato igual pero hemos querido buscar algunos ejemplos. Entre ellos Leo Messi, el mayor embajador de la Liga Santander y seis veces ganador del Balón de Oro. Teniendo en cuenta que el salario mensual bruto del rosarino está en torno a los 7 millones de euros, en este mes de confinamiento ha perdido 4,9. Si se suspendieran todas las competiciones y no pudiera ganar Liga ni Champions, dejaría de ingresar otros 1,75 millones. También sirve de ejemplo Ter Stegen, que ha visto frenada su renovación. El alemán pedía 10 millones anuales y el Barça no lo puede asumir en estos momentos. O Arturo Vidal, que percibiría dos millones por clasificarse para cuartos de final de Champions.

Fuente: ABC