Donald Trump ha confeccionado una lista amplia de cabezas de turco en el impacto de la epidemia de coronavirus en EE.UU., el país más afectado con más de 600.000 contagios y casi 26.000 muertos. El presidente de EE.UU., al que se le acusa de una reacción tardía frente a la expansión de la epidemia, ha responsabilizado a China, al Gobierno de Barack Obama o a los gobernadores de los estados del país.
En los últimos días, ha centrado las culpas en la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este martes, anunció que EE.UU. suspende la financiación a la organización internacional por su gestión de la pandemia. La OMS, en su opinión, «no cumplió en sus obligaciones básicas» y «no fue capaz de obtener y compartir información sobre la epidemia a tiempo y con transparencia».
Trump cumplió así con la amenaza de la semana pasada, en la que advirtió con el congelamiento de fondos y calificó a la OMS de «chino-céntrica». Ahora, dijo, la financiación estará sujeta a una revisión de la actuación de la OMS que se ejecutará entre los próximos 60 y 90 días.
El año pasado, las contribuciones de EE.UU. supusieron una quinta parte de los 4.400 millones de dólares del presupuesto de la OMS.
Buena parte de la defensa de Trump sobre su gestión de la epidemia tiene que ver con la prohibición de viajes desde China que decretó el 31 de enero. El presidente de EE.UU. acusó a la OMS de haberse posicionado contra las decisiones de cerrar fronteras y que su medida salvó «miles y miles de vida», mientras que la postura de la organización internacional multiplicó «por veinte» los casos en el mundo.
También denunció a la OMS por confiar en la información proporcionada por China, a quien se ha acusado de falsear y ocultar datos sobre el brote en Wuhan y la expansión por el resto del país. «La OMS fracasó a la hora de investigar informaciones creíbles de fuentes en Wuhan que contradecían directamente a las autoridades chinas», dijo Trump.
La OMS «aceptó voluntariamente lo que decía China» y «defendió sus acciones, incluso alabando a lo que calificó como transparencia». Pero el propio Trump, en un mensaje de Twitter del 24 de enero, cuando la epidemia asolaba China y EE.UU. ya había registrado un caso, aseguró que el gigante asiático estaba trabajando «muy duro para contener el coronavirus» y que EE.UU. «aprecia enormemente sus esfuerzos y su transparencia».
La presidenta de la Asociación Médica de EE.UU., Patrice Harris, aseguró que cortar la financiación a la OMS «en lugar de centrarse en las soluciones, es una decisión peligrosa en un momento precario».
Fuente: ABC