Fue el fichaje de alto nivel más rápido de la historia. Un enorme fallo del Inter, que dejó marcharse a una estrella por un precio módico, 500 millones de pesetas de 1996, que traducido a euros y al nivel de vida equiparable actual serían 35 millones de euros de hoy.

Moratti pedía 900 millones de pesetas, 65 millones de euros, pero tuvo que aceptar la oferta para contentar al técnico inglés.

Capello supo por un agente que Roberto Carlos se llevaba mal con Hodgson, pidió el fichaje al club y en un día vino al Real Madrid. Costó 500 millones de pesetas en 1996, que en una adaptación al nivel de vida actual en euros eran 35 millones

Moratti lo lamentó mucho tiempo. Su gran error fue admitir el traspaso porque Roberto Carlos y Hodgson se llevaba muy mal. Dio prioridad al técnico, que suele durar dos telediarios, y perdió una figura para once años, los once cursos que Roberto carlos brilló en el Real Madrid, donde conquistó nada menos que tres Champions, cuatro Ligas y trece títulos en total.

Fabio Capello, entrenador del Real Madrid en dos etapas, fue el primer culpable de esa consecución exitosa. Una operación inesperada, la más rápida de la historia. El brasileño llegó en un día. El Real Madrid no tuvo problema en 1996 para fichar a Roberto Carlos. Era considerado ya un gran lateral zurdo, pero tenía un problema con Roy Hodgson, técnico del equipo italiano, y Capello, que lo conocía bien como rival en Italia, consiguió su fichaje en sólo un día.

Roberto Carlos fue inexpugnable durante una decena de años por su banda. Llegó a hacer los 100 metros lisos en 10,9 segundos y la velocidad de su trallazo era de 138,9 kilómetros por hora, un cañonazo, nunca mejor dicho

El preparador italiano lo pidió y al día siguiente era jugador del Real Madrid. Una operación relámpago que significó una victoria histórica. «No podía creerlo, hablé con el presidente, lo pedí también por escrito y al día siguiente la operación estaba cerrada», señaló Fabio, que fue entrenador blanco dos veces con la distancia de diez años y las dos veces se proclamó campeón de Liga con el club madrileño.

El Real Madrid, la verdad, no se encontró trabas para el fichaje porque el entrenador del Inter quería desprenderse de él. «Me llegaron unos informes de que Roberto estaba enfadado con su entrenador en Italia y al poco tiempo de llegar yo al Real Madrid un agente me dijo que Moratti quería vender», reconoció Capello. Habló con el club y todo se hizo en 24 horas.

Moratti lamentó toda su vida el error por contentar a un entrenador, que suele durar dos telediarios

Una decisión errónea del club milanés y un acierto enorme para el Real Madrid, que durante once temporadas le sacó todo el jugo al brasileño. El club español le debe mucho a Capello. Fue campeón de Liga dos veces y puso los cimientos de la Séptima Copa de Europa con los fichajes de jugadores clave, entre los que se encontraba Roberto Carlos. Pero el técnico italiano decidió marcharse nada más conquistar su primera Liga española, en 1997, al sentirse en deuda con Berlusconi, que en el verano ese año le llamó para que regresara a San Siro: «Mi aventura en el Real Madrid acabó con una llamada de Berlusconi pidiéndome que fuera al Milán. Se lo debía todo a él y no podía decirle que no». Pero vino diez años más tarde para ganar otra Liga . Siete años antes, Roberto Carlos vivió con Redondo el taconazo de old Traffod en el año 2000.

La historia de Roberto Carlos comenzó en 1995 con Massimo Moratti, quien se hizo ese año con las riendas del Inter. Fichó a Paul Ince, Javier Zanetti y al joven lateral brasileño llegado del Palmeiras, Roberto Carlos, 22 años, que había ganados dos ligas en Brasil.

El lateral destacó, pero no el Inter. Y Hodgson asumió las riendas del banquillo. «Roy Hodgson me destruyó, me hizo jugar en el centro del campo. Así no iba a tener ninguna oportunidad de jugar con la selección y había Copa América en 1997», declaró Roberto Carlos en ABC, retirado ya del fútbol. «No es que nos llevásemos mal, es que no sabía mucho de fútbol», remató. La afición del Inter le apoyaba, pero Hodgson quería eliminarle del equipo. Para el británico Roberto Carlos era indisciplinado para jugar en la izquierda como defensa. Y le quitó del puesto, para alinear ahí a Felice Centofanti.

Después, Hodgson fichó en noviembre a Alessandro Pistone para jugar como defensa zurdo. Y colocó a Roberto Carlos de centrocampista. Hodgson que no supo valorar la calidad de Roberto Carlos. «Hablé con Moratti y le pedí que me dejara irme». Coincidencia suprema, Capello llegó al Real Madrid en ese verano de 1996. «Me fui al Real Madrid por Fabio, es el entrenador más importante de mi vida».

Su potencia, sus incursiones y su gran disparo con la zurda fueron claves en aquel real Madrid. Era rápido, un coloco físicamente. Durante diez años nadie intento regatearle por su banda, era simplemente imposible.

Roberto Carlos corrió los 100 metros en 10,9 segundos en sus mejores tiempos. Y su trallazo alcanzaba los 138,9 kilómetros por hora.

Su carrera fue como él, fulgurante. Su comienzo del gran sueño se hizo realidad en 1986, con trece años. Roberto Carlos ingresó en las filas del União São João, donde maduró como futbolista. Lucía en cada división a la que subía. En 1992, 19 años, ya era un jugador importante. El Palmeiras le contrató. Ocupó el lateral izquierdo en un once que contaba con Rivaldo como delantero por esa banda. Menudo flanco izquierdo.

Los dos campeonatos de Liga que ganó con el equipo brasileño le llevaron a fichar por el Inter en 1995 y un año más tarde por el Real Madrid.

Roberto Carlos jugó once años en el Bernabéu y celebró tres Copas de Europa, cuatro Ligas, dos Copas Intercontinentales, una Supercopa de Europa, tres Supercopas de España y ganó un Mundial con Brasil, en 2002. En 2007 se despidió del madridismo después de adjudicarse la Liga con Capello por segunda vez.

Es el futbolista extranjero que más partidos ha jugado con la camiseta blanca. Disputó 527 encuentros oficiales con el Real Madrid y marcó 69 goles. Fue internacional con Brasil 128 veces.

Fuente: ABC