Los persistentes problemas de salud que aquejan a muchos de los casi 13,000 sobrevivientes del virus del ébola han alarmado a funcionarios de organizaciones internacionales de salud y de hospitales locales, que se pusieron a la tarea de investigar cuán masivo es el problema y cómo remediarlo.
La Organización Mundial de la Salud lo llama un estado de emergencia dentro de un estado de emergencia. Muchos de los sobrevivientes tienen problemas de visión o audición. Otros padecen de dolores físicos y emocionales, fatiga y otros problemas.
Lo cierto es que la comunidad médica está navegando en aguas desconocidas, pues se trata de medir la magnitud de un nuevo problema, que es el resultado del mayor brote epidémico de ébola en la historia de la humanidad.