Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW) instaron este martes a la CIDH a proteger a las niñas de América Latina que quedan embarazadas luego de una violación, al considerar que reciben un trato «cruel, inhumano y degradante» cuando son obligadas a continuar con la gestación.
«Esperamos que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llame a despenalizar el aborto por violencia sexual, que se despenalice y se implemente esa despenalización. Es decir, que se garantice el acceso real al aborto», solicitó Ximena Casas, de Planned Parenthood, la mayor asociación de planificación familiar de EE.UU.
Grupos como Planned Parenthood y el Centro de Derechos Reproductivos adelantaron este martes en una rueda de prensa las peticiones que formularon a última hora ante la CIDH, órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA) que celebra esta semana en Washington su periodo de audiencias públicas.
Durante la audiencia, la comisionada Tracy Robison recordó la postura de la CIDH de abogar por el acceso al aborto terapéutico, es decir, la interrupción del embarazo cuando corre riesgo la vida de la mujer.
«Las mujeres enfrentan una serie de actos violentos por estar embarazadas. (…) Debemos considerar no solo el derecho a la vida sino el derecho a tener una vida digna», afirmó Robinson.