Berlín (EFE).- 2023 fue el año más caluroso a nivel global según los diferentes parámetros que comenzaron a medirse en 1850.
Así lo ha revelado hoy el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), el programa de observación de la Tierra del programa espacial europeo.
Debido a las temperaturas anómalas “sin precedentes”, sobre todo en la segunda mitad del año, la temperatura media del aire en superficie en 2023 alcanzó los 14,98 ºC, superando en 0,17 ºC la de 2016, que ostentaba hasta ahora el récord de año más cálido.
Según la institución, con sede en Bonn (Alemania), se situó además en 0,60 ºC por encima de los niveles promedio de las últimas tres décadas y 1,48 ºC por encima de los niveles de referencia preindustriales, de entre 1850 y 1900.
Por encima de los niveles preindustriales
El año 2023 “fue muy probablemente el más cálido” de la historia y “posiblemente uno de los más cálidos de los últimos 100.000 años”, afirmó durante una rueda de prensa Carlo Buontempo, el director de C3S.
“Básicamente esto significa que nuestras ciudades, carreteras, monumentos, granjas, todas las actividades humanas, en general, nunca han tenido que lidiar con un clima tan cálido”, agregó.
El año pasado fue además el primero en el que, cada día, por separado, la temperatura media excedió en 1 ºC los niveles preindustriales, mientras que casi la mitad de los días superó el “límite crítico” de 1,5 ºC, frente al 20 % que lo hicieron en 2016.
Esto no quiere decir que se hayan superado los límites del Acuerdo de París, ha matizado Copernicus, ya que estos se refieren a excesos de temperatura durante periodos de al menos 20 años, pero no obstante sienta un “precedente funesto”.
Dos días de noviembre, por primera vez, superaron los correspondientes niveles preindustriales en más de 2 ºC.
Una lista de récords negativos
Los récords negativos no terminan aquí, puesto que la extensión de la placa de hielo marino de la Antártida batió mínimos históricos a nivel diario y mensual en febrero de 2023, mientras que durante ocho meses del año se mantuvo a niveles excepcionalmente bajos.
Al mismo tiempo, la concentración de dióxido de carbono (CO2) y de metano en la atmósfera fueron las más altas jamás medidas, con una estimación anual récord de 419 y 1902 partes por millón (ppm) respectivamente, 2,4 y 11 ppm más que el año anterior.
Las temperaturas medias mundiales en la superficie del mar también fueron inusualmente altas y alcanzaron niveles récord para el periodo que va de abril a diciembre, y se vieron asociadas a olas de calor marinas en zonas del Mediterráneo, el Golfo de México y el Caribe, el océano Índico y el Pacífico Norte, así como buena parte del Atlántico Norte.
El principal factor para ello fue el incremento de la concentración de gases de efecto invernadero, pero también contribuyó en menor medida el fenómeno climático conocido como El Niño, que comenzó el pasado mes de julio.