Nueva York (EFE).- El expresidente Donald Trump evitó hoy hablar de la pregunta que todo el mundo se hace hoy en Estados Unidos sobre si irá a la cárcel y cómo afectará eso a su campaña presidencial y se dedicó a pintar un país en llamas por culpa del gobierno de Joe Biden.
El candidato republicano ‘in pectore’ -todavía tiene que ser proclamado en julio- compareció en la Torre Trump de su propiedad en la Quinta Avenida y habló durante media hora larga, sin admitir preguntas, flanqueado por su equipo de campaña y una fila de banderas estadounidenses.
Trump cuestiona la legalidad del juicio
Dedicó gran parte de sus palabras a discutir la legalidad del juicio que terminó ayer con el veredicto de culpabilidad en 34 cargos y anunció que lo recurrirá basándose en numerosos argumentos, como que el juez Juan Merchan impidió la comparecencia de numerosos testigos y le impidió igualmente tomar la palabra en numerosas ocasiones.
Trump se tomó su tiempo para atacar la parte central del delito por el que fue condenado -el pago irregular a una actriz porno y la falsificación de registros comerciales para ocultarlo- y dijo que él únicamente se dedicó a pagar “gastos legales” y que todo fue “muy profesional”, sin nombrar en ningún momento a su exabogado Michael Cohen, que fue quien desveló aquellos pagos y se convirtió, de hecho, en pieza principal de convicción.
El expresidente llegó a decir que el fiscal Alvin Bragg -que dirigió la acusación- preparó los cargos solo cuando aparecieron sondeos en los que él “lideraba a los republicanos (por encima) de los demócratas”, lo que demuestra que se trató de un juicio “amañado”, y por ello apelará el veredicto.
Y con respecto a los sondeos, se jactó de haber visto uno realizado en las horas posteriores al veredicto por el diario sensacionalista Daily Mail en el que él está seis puntos por delante de su rival, el demócrata Joe Biden.
Al igual que se jactó de que el veredicto parece haber dado alas a su candidatura, pues desde que se conoció el veredicto de ayer ha logrado recaudar la cifra récord de 34 millones de dólares, procedentes de pequeños donantes que han aportado cantidades de entre 21 y 50 dólares.