Washington (EFE).- El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo este miércoles que está “pasando el testigo” a una nueva generación para unir a Estados Unidos y “salvar” la democracia, en lo que fueron sus primeras declaraciones públicas desde que pusiera fin a su campaña de reelección para las elecciones de noviembre.
Desde el Despacho Oval de la Casa Blanca, Biden dio un discurso de unos 11 minutos, que fue transmitido en directo por las principales cadenas de televisión del país, y en el que su objetivo era doble: explicar la decisión de poner fin a su campaña de reelección y empezar a definir su legado.
“He decidido que la mejor manera de avanzar es pasar el testigo a una nueva generación. Esta es la mejor forma de unir a nuestra nación”, manifestó Biden, sentado en el escritorio del Despacho Oval, de forma que podían verse detrás de él varias fotografías, incluida una de su hijo Beau, fallecido de cáncer en 2015.
Biden solo ha dado cuatro discursos a la nación como el de esta noche a lo largo de su mandato, dos de ellos han sido en los últimos días.
Defender la democracia
Biden enmarcó su decisión de no optar a la reelección en la necesidad de “defender la democracia” frente al auge del autoritarismo, idea que dominó su campaña electoral y también guió su decisión de presentarse a las elecciones de 2020, en las que venció al expresidente Donad Trump (2017-2021).
Biden no hizo mencionó en ningún momento a Trump por su nombre, pero quedó claro en su discurso que se estaba refiriendo a la posibilidad de que volviera al poder.
“Respeto profundamente este cargo, pero amo más a mi país. Ha sido el honor de mi vida servir como vuestro presidente. Pero, creo que defender la democracia es más importante que cualquier título”, enfatizó.
Trump, por su parte, respondió solo unos minutos después de que terminara el discurso. En un mensaje en su red social Truth Social, consideró que “¡El discurso del corrupto Joe Biden desde el Despacho Oval apenas se entendía y fue taaaan malo!”.
El nombre de Trump, sin embargo, no fue el único que Biden omitió. Tampoco se refirió a las presiones de las últimas semanas de decenas de miembros del Congreso y personalidades de su partido para que pusiera fin a su campaña presidencial tras una nefasta actuación en el debate contra Trump del 27 de junio.
Sin embargo, con tono sereno, Biden repasó los logros de sus casi cuatro años de presidencia y consideró que se merecía un segundo mandato de cuatro años en este histórico discurso con sabor a despedida.
“Creo que mi historial como presidente, mi liderazgo en el mundo y mi visión para el futuro de Estados Unidos, todo justificaría un segundo mandato, pero nada puede interponerse en el camino de salvar nuestra democracia. Eso incluye la ambición personal”, manifestó.
Harris, una política “dura”
Al poner fin el domingo a su campaña electoral, Biden pidió el voto para la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, quien en apenas dos días fue capaz de asegurase los apoyos necesarios para ser la candidata del partido, además de batir un récord de recaudación de fondos.
En el discurso, Biden describió a Harris como una política “experimentada”, “dura” y “capaz”. La propia Harris siguió en directo el discurso del presidente desde Houston (Texas), donde mañana jueves tiene previsto dar un discurso.
Dentro del Despacho Oval, el mandatario estuvo acompañado de varios miembros de su familia, incluida la primera dama, Jill Biden, y su hijo Hunter, quien en las últimas semanas ha sido uno de los mayores apoyos de su padre y esta noche le observaba atento mientras leía el discurso de un teleprompter.
Una vez que Biden acabó el discurso, los familiares y asesores de Biden que estaban en el Despacho Oval estallaron en aplausos y los pocos periodistas que estaban dentro tuvieron que salir apresuradamente.
Sin la presencia de la prensa, Biden salió a la Rosaleda de la Casa Blanca para conversar con los empleados del equipo presidencial que se había congregado para ver su intervención. Mientras se servía helado, destacó la importancia de que Harris fuera elegida en noviembre, según informó a CNN una fuente presente.
El discurso de Biden tuvo un carácter histórico, ya que nunca antes un aspirante presidencial se había retirado de la carrera tan cerca de las elecciones.
El precedente más cercano se remonta a marzo de 1968, cuando el presidente Lyndon Johnson (1963-1969) anunció que no optaría a la reelección, pero lo hizo al inicio de las primarias del partido.
En contraste, Biden tomó esta decisión con las primarias ya concluidas y a escasos tres meses de los comicios.