La Escuela de Enseñanza Especial (EEE), del Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE), ha implementado el programa educativo “Valor del Huerto Escolar”. que enseña a siete niños y niñas del nivel de Parvulario con Síndrome de Down, la importancia de la tierra y el cultivo de sus propios alimentos, así como los métodos necesarios para sembrar diversas semillas, tanto comestibles como ornamentales.

Durante una de las actividades ejecutadas,  los niños realizaron el trasplante de lechuga, apio y pepino, lo que les permitió desarrollar habilidades prácticas y fortalecer su conexión con la naturaleza. La docente de Educación Especial, Yatzared Villa, destacó que, el programa incluye actividades prácticas que abarcan desde la preparación de la tierra hasta el cuidado de las plantas.

Este accionar de horticultura, ayuda a mejorar la motricidad y las habilidades sociales de los niños con síndrome de Down, también les proporciona una experiencia sensorial enriquecedora, fomentando la paciencia, la responsabilidad y el trabajo en equipo, habilidades esenciales para su desarrollo integral.

La actividad promueve el desarrollo de habilidades motoras, al igual que, fomenta la responsabilidad y el respeto por el medio ambiente.: “Los niños aprenden que la tierra es un recurso vital que proporciona alimentos y oxígeno, lo que les ayuda a establecer una conexión emocional y sensorial con la naturaleza”, enfatizó la docente Yatzared Villa.

En cuanto a la importancia de sembrar y cultivar sus propios alimentos, los alumnos descubren el ciclo de vida de las plantas y la procedencia de los alimentos que consumen. Este enfoque educativo es especialmente beneficioso para los niños con Síndrome de Down, pues mejora su concentración, coordinación y habilidades motoras. Aprendiendo sobre la autosuficiencia y la relevancia de mantener una alimentación saludable.

El programa también incluye la enseñanza del proceso de preparar la tierra, que abarca la limpieza del terreno, la aireación del suelo y el enriquecimiento del mismo con compost o abono orgánico. Estas actividades son fundamentales para asegurar un ambiente propicio para el crecimiento de las plantas. Asimismo, los estudiantes aprenden sobre la siembra de semillas, incluyendo la elección adecuada de las mismas y el riego necesario para favorecer la germinación.

Finalmente, la docente Riva, animó a los niños a cuidar de las plantas, regarlas regularmente y protegiéndose de plagas. A medida que las plantas crecen, los estudiantes son instruidos para reconocer el momento adecuado para la cosecha.

Fuente: IPHE