Al menos cuatro personas murieron debido al terremoto de 6,8 grados que sacudió este domingo la isla de Mindanao, en el sur de Filipinas, en la misma región que ha sufrido varios seísmos con víctimas mortales en los últimos meses.
La primera muerte confirmada fue la de una niña de seis años en la ciudad de Matanao, provincia de Davao del Sur, que no pudo escapar de su casa antes de que ésta se derrumbara, informó el alcalde de esa localidad, Vincent Fernández a los medios locales.
Otras tres personas fallecieron en la municipalidad de Padada, también en Davao del Sur, al venirse abajo un mercado de tres plantas en cuyo interior quedaron atrapadas decenas de personas, según el recuento de la Oficina de Protección contra Incendios que participa en las labores de rescate.
El terremoto de origen tectónico se registró este domingo a las 14.11 hora local (06.11 GMT) y su epicentro se situó a 9 kilómetros al oeste de Matanao y a 6 al noroeste de Padada, con una profundidad de unos 30 kilómetros, según el Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Phivolcs).
Phivolcs calibró la magnitud del seísmo en 6,9, aunque el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que registra la actividad sísmica en todo el mundo, lo situó en 6,8; que fue seguido de decenas de réplicas, algunas de magnitud superior a 5.
El temblor se sintió con intensidad VII o “muy destructora” en las localidades de Matanao y Magsaysay, en Davao del Sur; en la misma área que sufrió en octubre tres fuertes terremotos de magnitud superior a 6.
EFE