En el verano consumimos más vegetales frescos y frutas en cantidad . Cuando llega el invierno, cambiamos a comidas como guisos de arroz o fideos, entonces esos nutrientes que había en los cítricos o en los vegetales crudos, disminuyen, explica la licenciada Mercedes Setti, del departamento de Alimentación y Dietética del Hospital de Clínicas.
Una buena alimentación, con aportes de vitaminas y minerales, es aliada del sistema inmune porque fortalece las defensas naturales del organismo.
Hay que reforzarlo por cantidades equilibradas. Se trata de incorporar la dosis adecuada de nutrientes y sostenerla. Esto no significa que comiendo más cantidad de frutas o verduras crudas vamos a tener más defensas, sino que vamos a fortalecer el sistema de manera integral.
Antes de consumir por cuenta propia suplementos vitamínicos, la profesional aconseja consultar a un nutricionista “que evaluará y propondrá un plan de alimentación que fortalezca y mantenga sano el organismo”.
El limón, la naranja, la zanahoria , el tomate, la calabaza, los vegetales de hoja (como la acelga o la espinaca), entre otras frutas y verduras, poseen alto contenido de vitaminas A y C.
Las E y B igualmente pueden encontrarse en vegetales de hoja, pero sobre todo en las frutas secas, como las nueces o las almendras.
Los cereales en general (como el maíz, el trigo, la avena, la cebada y el centeno) son fuentes de vitaminas del complejo B , necesarios para favorecer el sistema inmune.