Para aumentar las posibilidades de concebir, Andrea Marqués, nutricionista dietista del IMEO, recomienda:
Incrementar el consumo de frutas y verduras ricas en antioxidantes, como la zanahoria, el arándano, el tomate, el brócoli o la coliflor.
Elevar el consumo de ácidos grasos omega 3 a través de las nueces o el pescado azul.
Incluir en el menú proteínas animales por su aporte de hierro, tomando pollo ecológico, carne roja (una vez a la semana) y mariscos como almejas, mejillones y berberechos.
Asegurar un correcto aporte de calcio a través del consumo diario de leche semidesnatada, yogures y quesos tiernos y frescos.
Mantener unos niveles adecuados de ácido fólico – existente en verduras de hoja verde, cereales integrales y legumbres- antes y durante el embarazo.
Incluir en nuestra dieta alimentos con poder afrodisiaco, como plátano, frutos del bosque, chocolate negro, así como vainilla, canela u hojas de damiana en las infusiones.
Potenciar la fertilidad masculina con aportes de zinc (pescado, marisco, huevos y lácteos), la vitamina C (cítricos, frutas, tomate y kiwi) y selenio (cereales integrales y frutos secos).