Según un estudio publicado esta semana, los adolescentes que pasan mucho tiempo delante de las pantallas (televisores, ordenadores, móviles, consolas) duermen menos y concilian peor el sueño.
El estudio, efectuado con 10 mil jóvenes noruegos de 16 a 19 años, muestra sobre todo que los adolescentes más aficionados a las pantallas corrían un peligro creciente de tardar una hora más en dormirse. Este riesgo se incrementó un 49% para quienes pasan más de cuatro horas diarias delante de una pantalla (fuera de los horarios escolares), con respecto a los que están menos de una hora.
El peligro es máximo para quienes miran las pantallas la hora anterior a acostarse, según el estudio publicado en la revista médica digital BMJ Open.
Los jóvenes estudiados necesitaban una media de 8 a 9 horas de sueño para estar en forma al día siguiente, pero los que pasan más de dos horas mandando correos electrónicos o chateando triplican el riesgo de dormir menos de cinco horas cada noche.
Los científicos, dirigidos por Mari Hysing, del centro de investigación de la salud de Bergen (Noruega), instan a los poderes públicos a actualizar los consejos en relación con las pantallas. «Los resultados (del estudio) confirman la necesidad de recomendar la restricción del uso de los medios audiovisuales en general», agregan.
Su hipótesis es que las pantallas estimulan el sistema nervioso y la luz emitida interviene en los ritmos biológicos, con una incidencia negativa en el sueño.