En Canadá acaba de entrar en vigencia una medida que prohíbe la fabricación de alimentos con grasas trans añadidas en el país, así como su importación.  La medida implica que a partir del pasado 17 de septiembre, la producción de este tipo de productos debe detenerse, y que las compañías tengan hasta dos años para terminar de vender los productos con ese ingrediente que ya están fabricados. 

Así, para el año 2020 los estantes canadienses podrán declararse libre de grasas trans. El cumplimiento de la medida, informó el gobierno de ese país, será revisado por la Agencia para la Inspección Alimentaria de Canadá.  Organizaciones médicas de ese país celebraron la medida.

El Espectador

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