Una de las razones son las dificultades que existen en algunos sitios para tener acceso a servicios de diagnóstico, una situación que la entidad sanitaria puso de relieve con ocasión del Día Mundial del Sida, el 1 de diciembre próximo.

Según los últimos datos de los que se dispone, más de 18 millones de seropositivos carecen actualmente de acceso a tratamientos con medicamentos antirretrovirales y 14 millones de ellos no saben que son portadores del VIH.

«Millones de personas que tienen el VIH no se benefician del tratamiento indispensable que, también, puede impedir que transmitan el virus a otros», indicó la directora general de la OMS, Margaret Chan.

Frente a esta situación, la organización ha optado por promover el autodiagnóstico, que puede ser efectuado por la propia persona con un poco de su saliva o picándose la yema de un dedo con una aguja.

Esto permite a las personas conocer su situación de manera privada, en un lugar cómodo para ellas, con un resultado que está listo en veinte minutos. En caso de un resultado positivo, la OMS aconseja a la persona que acuda a un centro médico para una confirmación y donde igualmente puede recibir consejo y orientación rápida hacia los servicios de prevención y tratamiento.

«El autodiagnóstico es un medio de llegar a más gente a la que no se ha diagnosticado la infección, ofreciéndoles la oportunidad de tomar las medidas necesarias antes de que caigan enfermos», indicó Chan.

Se considera que el enfoque del autodiagnóstico es particularmente importante en aquellos lugares donde hay dificultades para acceder a un servicio ordinario de despistaje.

En los diez últimos años, las personas que conocen su estado de VIH ha pasado del 12 al 40 por ciento por ciento a escala mundial. Una de las mayores consecuencias positivas ha sido que ocho de cada diez personas diagnosticadas positivo reciben un tratamiento antirretroviral.

 

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