Un grupo de investigadores del Consejo Superior del Investigaciones Científicas (CSIC) trabaja en una vacuna contra la enfermedad de la Covid-19 a partir del virus que erradicó la viruela.
El equipo del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) liderado por Mariano Esteban basa su estrategia en generar vectores virales basados en una modificación del virus Vaccinia o virus vacuna, usado en la erradicación de la viruela.
La proteína Spike
Los expertos se centran en crear vectores que contengan una proteína de la superficie del virus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad Covid-19, y que sean capaces de generar una respuesta inmune con capacidad para proteger el organismo ante la exposición al coronavirus, explica el CSIC en un comunicado.
Teniendo en cuenta la publicación de las primeras secuenciaciones del genoma del virus, publicadas a comienzo de año, el equipo ha optado por emplear la proteína S (spike), que están en la superficie del virus y le sirve para unirse a la célula que trata de infectar en el cuerpo del hospedador.
Esteban señala que se han aislado “múltiples placas de virus hasta conseguir las que contienen el gen de la proteína S”, agrega la nota.
Ahora queda por demostrar que “esta proteína es estable y que tiene capacidad para inducir la respuesta inmune específica en un modelo animal, incluida la producción de anticuerpos que neutralicen el virus”, explica el experto.
Al no emplear el virus SARS-CoV-2 completo, pueden trabajar en condiciones de menor nivel de seguridad biológica y, por tanto, indica el comunicado, “se requiere menos complejidad experimental a la hora de desarrollar la vacuna”.
Un enfoque diferente
Esteban señala que el enfoque de su grupo es diferente a la línea en la que trabaja el equipo de Luis Enjuanes, también del CNB, ya que usa solo un componente viral y no el virus completo, pero “es el componente más importante desde el punto de vista inmune y de protección”.
El equipo de Esteban tiene experiencia en el desarrollo de vacunas frente al VIH, el ébola, el zika o el chikungunya, recuerda el CSIC.
La aproximación a partir del virus Vaccinia ha conseguido inducir “una alta protección” con una sola dosis en vacunas desarrolladas por este grupo contra el ébola, el zika y el chikungunya.
Además, el vector del virus, que se ha empleado en numerosos ensayos clínicos, ya cuenta con la autorización como vacuna frente a la viruela por parte de la Administración de Alientos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
Por ello, dice Esteban, “creemos que la vacuna MVA-COVID-19 sería segura y se podría administrar a todo tipo de población en todas las franjas de edad, incluyendo personas con inmunodeficiencias”.
Fuente: EFE