La agencia que regula el uso de fármacos en el Reino Unido dio su visto bueno para etiquetar un modelo de cigarrillo electrónico como producto para dejar de fumar, lo que abre la puerta a que los médicos británicos lo prescriban como medicina.

La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios británica (MHRA, en inglés) ha otorgado a la compañía British American Tobacco licencia para vender el cigarrillo e-Voke como una ayuda terapéutica para superar el tabaquismo.

‘Queremos asegurarnos de que los productos legales que contienen nicotina —incluidos los cigarrillos electrónicos— que reivindican un papel medicinal cumplen los estándares adecuados en cuanto a seguridad, calidad y eficacia para ayudar a reducir los daños que produce fumar’, indicó la agencia en un comunicado.

El director del área de Salud y Bienestar del servicio público de salud inglés (PHE), Kevin Fenton, afirmó a la BBC que los cigarrillos electrónicos se han convertido en el método más popular para dejar de fumar en el Reino Unido.

Según los datos publicados en abril de 2015 por el PHE, dos tercios de las personas que usaron cigarrillos electrónicos en combinación con las ayudas que proporciona la sanidad pública lograron abandonar el hábito.

El vicepresidente del colegio británico de médicos de cabecera, Tim Ballard, indicó por su parte que aún no está demostrado que el consumo de esa clase de cigarrillos sea un método eficaz para dejar de fumar.

‘Potencialmente, quizás se podría prescribir el e-Voke como parte de un programa para abandonar el tabaquismo, pero los médicos deben ser muy cautelosos a la hora de recetarlo hasta que existan evidencias claras sobre su seguridad y su eficacia’, afirmó.

 

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