Un nuevo estudio señala que las personas con síndrome metabólico necesitan significativamente más vitamina E, un importante antioxidante para la protección celular.
Definido por el diagnóstico de tres o más afecciones, incluyendo obesidad abdominal, lípidos elevados, presión arterial elevada, estado proinflamatorio, estado protrombótico y resistencia a la insulina o tolerancia a la glucosa afectada, el síndrome metabólico afecta a millones de personas en Estados Unidos.
Sobre el estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition, Maret Traber, profesora del Colegio de Salud Pública y Ciencias Humanas de la Universidad de Oregon y Ava Helen Pauling del Instituto Linus Pauling indicaron que «la investigación demuestra que la gente con síndrome metabólico necesita entre 30 y 50% más vitamina E que las personas en general saludables».
El estudio fue una prueba clínica cruzada y doble ciego centrada en los niveles de vitamina E en las personas con síndrome metabólico, el cual se relaciona con frecuencia con obesidad.
Más del 30% de los estadounidenses son obesos y más de 25% de los adultos del país cumplen los criterios del síndrome metabólico, lo que los ubica en situación de peligro significativamente mayor de enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2, los cuales son la causa primaria de deceso en el mundo desarrollado.
Los estudios nutricionales estiman que el 92% de los hombres y el 96% de las mujeres en Estados Unidos no tienen un nivel adecuado de vitamina E en su dieta.
Este micronutriente se halla en niveles altos en las almendras, el germen de trigo y diversas semillas y aceites y en niveles mucho más reducidos en algunos vegetales y hojas verdes como espinaca y kale.
Además de proteger las células, la vitamina E afecta la expresión genética y la función inmune y ayuda a sanar heridas y los daños de la aterosclerosis, impide que la grasa se vuelva rancia y es importante para la visión y la función neurológica.