Uno de los principales protagonistas en las celebraciones de fin de año es el alcohol, mismo que si es consumido de forma excesiva puede llegar a producir en el ser humano varios trastornos físicos y mentales muy peligrosos e irreversibles.

El doctor mexicano, Jorge Velázquez Rabiela, indica que los primeros efectos del consumo del alcohol empiezan a sentirse pasada media hora de la ingesta. ‘Al principio, puede haber alegría y euforia, pero si se sigue bebiendo durante un tiempo prolongado, que en algunas ocasiones pueden ser días, las sensaciones agradables se transforman en visión borrosa, problemas de coordinación, dificultad al hablar y disminuye su capacidad de reaccionar’, dice.

Cuando una persona abusa en el consumo puede intoxicarse. Empieza con alteraciones en el estado de conciencia, somnolencia, puede caer en coma, se inhiben sus reflejos, tiene incapacidad para coordinar movimientos normales y habla de forma incoherente’, detalla a la agencia EFE Velázquez Rabiela, quien a su vez resalta ‘no es grave consumir una o dos copas de alcohol, sin embargo, reconoce que durante las fiestas decembrinas, la presión social y los festejos provocan que el consumo sea mayor.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) refiere que cada año fallecen en el mundo 3,3 millones de personas a consecuencia del consumo nocivo de alcohol, lo que representa un 5,9 % de todas las defunciones.

Américas presentado por la OMS en 2016, indica que Panamá es el segundo país de Centroamérica que registra el mayor consumo de alcohol, ya que, carece de políticas públicas que le permitan contrarrestarlo.

El documento muestra que la ingesta anual estimada de alcohol per cápita entre la población panameña mayor de 15 años es de 11,2 litros en hombres, y de 4,7 litros en las mujeres. Cifras muy alarmantes puesto que están por encima del consumo promedio mundial que oscila en 9,6 litros los hombres y 2,9 litros en las mujeres. La lista la supera Belice con un consumo de alcohol de 14,5 en los hombres y 2,5 en las mujeres.

El Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) de la Contraloría General de la República precisa que, en medio de la desaceleración económica y el incremento del desempleo, se produjeron 129 millones 296 mil litros de bebidas alcohólicas de enero a mayo de 2017, lo que supone un aumento de 11.8% al compararlo con igual periodo de 2016.

Las estadísticas igualmente demuestran que en los últimos 10 años han fallecido alrededor

de 4,300 personas en accidente de tránsito por conducir bajo los efectos del alcohol y el exceso de velocidad.

Igualmente el INEC detalla que cada año cerca de 10 mil ciudadanos panameños pierden la vida prematuramente por ‘enfermedades crónicas no transmisibles’, relacionadas de manera directa o indirecta con estilos de vida asociados a factores de riesgo para la salud como lo es el consumo de alcohol.

Para el Ministerio de Salud de Panamá (MINSA), la ingesta de alcohol es un problema de salud pública, ya que, es el principal causante de cirrosis hepática (irreversible) con todas sus complicaciones incluyendo el cáncer de hígado, que de forma invariable ocasiona la muerte.

 

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